El suelo exterior del jardín es uno de los elementos del jardín que hay que mantener. No es una tarea sencilla y requiere de esfuerzo y dedicación. Por ello, debes elegir un suelo que esté adaptado a las condiciones que tu casa requiere. Hay que tener en cuenta las condiciones climatológicas del sitio en el que vives y la estética de tu jardín. A continuación, te explicaremos cómo elegir el tipo de suelo exterior para decorar tu hogar.
Tipos de suelo exterior para tu jardín
Suelos de madera
Existen de diferentes tipos de suelos de madera:
- La tarima de madera de pino es la más económica. Incluyen un tratamiento autoclave, es decir, un proceso químico para protegerla de los hongos e insectos. Este tipo de madera es muy poroso y, por ello, no resiste al agua. Es aconsejable aplicarle un protector específico dos veces al año.
- El composite está fabricado a partir de resinas sintéticas en combinación con otros materiales, entre los que destaca la madera. Es resistente a los hongos, termitas y los insectos. Entre sus desventajas destaca que no existe la posibilidad de lijar o barnizar, es decir, en caso de daño habrá que sustituir la pieza. Sin embargo, tiene gran variedad de diseños y el mantenimiento es mínimo.
- La madera tropical es más densa y resistente que la madera de pino, y requiere un tratamiento protector.
Suelo de cerámica
Es la opción más utilizada debido a sus diversas ventajas como el fácil mantenimiento y limpieza y su resistencia a las altas y las bajas temperaturas. Hay varias clases de este tipo de suelo exterior del jardín:
- El suelo de barro le da un toque rústico al jardín, lo que aporta originalidad a la zona. Son resistentes, sin embargo, requieren bastante tratamiento y cuidado porque son propensos a mancharse.
- El gres porcelánico es muy resistente al rayado y a los cambios de temperatura. Es más sencillo de colocar y hay azulejos de diferentes modelos y formas.
- El gres normal es más barato comparado con los otros dos tipos de suelo, sin embargo, es menos resistente en el exterior. Un punto positivo es que su instalación es fácil.
Suelo de piedra natural
Aportan una estética natural, rústica y auténtica. Su mayor punto fuerte es que son muy resistentes y duraderos. Además, es un material de fácil mantenimiento. Los tipos más comunes de piedra son:
- Las lajas son versátiles y se adaptan a todo tipo de clima. Son recomendables para los lugares fríos porque no se ven afectados por el hielo.
- El granito es una opción que destaca por su belleza pero no es la opción más barata. Es resistente al calor y el material se puede encontrar en diferentes colores, tamaños y formas.
- La pizarra es impermeable y es un gran aislante térmico. Además, un material muy resistente.
Suelo de hormigón
Este material aporta un aire moderno al jardín. El hormigón pulido es la mejor opción, ya que es fácil de instalar y de limpiar debido a su resistencia a la grasa. Además, su mantenimiento es barato.
Existen multitud de posibilidades a la hora de elegir el tipo de pavimento exterior. ¿Cuál crees que se adapta mejor a tus necesidades?