Equipo de Protección Individual

Los equipos EPIS (Equipo de Protección Individual) se tratan de una serie de elementos que tienen como función proteger a la persona de varios riesgos que amenazan su seguridad o salud. Normalmente se trata de un tipo de vestuario laboral, dedicado a profesionales de la construcción, el montaje, etc. Forman parte de todo un programa de prevención de riesgos, no solo se deben hacer frente a estos mediante el EPI, pero es un elemento esencial si el riesgo no puede evitarse de otra forma.

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Según el artículo 2 de del Real Decreto 773/1997 se definen los EPIS como: «Cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o salud en el trabajo, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin».

Es obligatorio que todos los equipos tengan el marcado CE, como se obliga en el artículo 10 del RD 1407/1992 de 20 de noviembre (transposición de la Directiva 89/686/CEE, de 21 de diciembre). El CE garantiza que los elementos del EPI cumplen con los objetivos de seguridad y salud.

Los EPIS se clasifican en parciales e integrales. Los equipos de protección parciales son aquellos que van destinados a proteger una zona en concreto o una parte del cuerpo específica que puede sufrir riesgos, por ejemplo protectores del oído o protectores de los pies o piernas. Mientras que los integrales son los que protegen de riesgos que no tienen una localización específica, como ropa ignífuga o cinturones y arneses.

Equipo de Protección Individual Parcial

• Protección de la cabeza. Se debe usar al menos un casco, que protegerá la cabeza de la caída de objetos. Es muy importante que el casco sea de la talla correspondiente. Es un elemento esencial de cualquier equipo de protección, especialmente aquellas que tienen que ver con la construcción, por el riesgo de desprendimiento de objetos pesados. Se suele acompañar del uso de al menos un arnés.

• Protección del pie y las piernas. Se debe usar un calzado profesional que proteja el pie de lesiones y absorba cualquier impacto. Los pies son una zona muy delicada en cualquier trabajo manual, es muy susceptible de sufrir lesiones por objetos o tropiezos. Es lo que se conoce como botas de seguridad, dependiendo del tipo de calzado nos ofrece una resistencia a distintos elementos. Hay algunos que protegen de la perforación de la suela, o tienen resistencia al frío y el agua. Otros son calzados antideslizantes o conductores. Para las piernas podemos utilizar rodilleras que amortigüen los golpes o roces.

• Protección ocular o facial. Se utilizan cuando hay riesgo de proyecciones de partículas, por ejemplo al manejar una sierra. Existen tres tipos, aunque la moldura dependerá de cada marca. Montura universal, protegen frente a partículas de gran velocidad, soldadura, infrarrojos, ultravioletas y solar. Montura integral, cuyo uso está autorizado para todo lo que cubre la montura universal, con la diferencia de que la universal también son lentes correctores, y que la integral resiste partículas de baja y media energía. Y por último, pantalla facial, cumple con las mismas funciones que las anteriores, pero además protege de la salpicadura de líquidos y resiste a partículas de alta energía.

• Protección respiratoria. Se clasifican según dos motivos, si el aire que se respira se encuentra en la atmósfera ambiente o se encuentra aparte de esta. Por un lado, están los equipo de protección respiratoria de filtro, en los que el aire pasa por un filtro que retiene las impurezas antes de ser inhalado. Y los equipos autónomos o semiautónomos, que están dirigidos a la protección frente a sustancias tóxicas o químicas, por ejemplo a la hora de pintar es importante para no respirar las sustancias nocivas de la pintura.

• Protección del oído. Se utiliza cuando hay una fuerte emisión de ruido al que el trabajador tiene que estar expuesto. Como a la hora de utilizar taladros mecánicos. Hay dos tipos, las orejeras que protegen el oído por completo a través de filtros, y los tapones, unos protectores de oídos que se introducen en estos. Para ambos existen diferentes tallas y tamaños.

• Protección de manos y brazos. Las manos son la herramienta de trabajo que más se usa en tareas de bricolaje o de construcción. La protección de esta zona del cuerpo se consigue únicamente con el uso de guantes. Existen hasta cinco tipos de guantes. En primer lugar, guantes de protección frente a riesgos mínimos, es un elemento muy básico para temperaturas no muy altas y sustancias o productos de limpieza de acción débil. A continuación, nos encontramos con guantes de protección frente a riesgos mecánicos, este tipo de guantes ofrecen una gran resistencia a la abrasión, los cortes o la perforación. Es muy recomendado a la hora de usar herramientas punzantes o manejar temperaturas de más de 50 grados. Después están los guantes de protección contra productos químicos, que como su propio nombre índica están destinados a la protección frente a sustancias tóxicas y agresivas. Por último existen los guantes de protección contra riesgos térmicos, tienen una gran resistencia a altas temperaturas de hasta 100 grados, y los guantes de material aislante para trabajos eléctricos.

Equipo de Protección Individual Integral

• Protección anticaídas. La normativa establece que a partir de 1,5 metros de altura es de obligado cumplimiento llevar un equipo de protección individual. Además de llevar este equipo, se debe impedir la caída eliminando riesgos innecesarios y limitar la caída colocando redes de protección. Se diferencian dos tipos de EPIS en este ámbito, los sistemas de sujeción en posición del trabajo, cuya función es sostener al trabajador en altura, y los sistemas anticaídas, este sistema lo que permite es limitar o parar la posible caída. Podemos encontrar desde arnés, dispositivos de amarres, cinturones, absorbedores de energía, etc.

• Ropa ignífuga. Este tipo de vestuario es muy común en los electricistas, puesto que por la naturaleza de su trabajo tienen el riesgo de sufrir quemaduras u otras lesiones térmicas. Por ello, la ropa ignífuga debe ser un aislador térmico, y frente a una llama no debe fundirse ni ayudar a su propagación, por lo que no debe ser una ropa conductora de electricidad. En situaciones más complejas esta ropa también debe ser antiestática.

Material de Seguridad, Calzado y Vestuario Laboral

Las prendas que usemos dependerán de factores como el tipo de actividad, el clima o, simplemente, nuestras preferencias. Un básico que no debe faltar, especialmente en épocas cálidas debido a su gran capacidad de transpiración, son las camisetas técnicas. Claro que, si el clima es más frío, es mejor optar por forros polares o chubasqueros por si nos llueve. En cuanto a la parte de abajo, una buena malla es imprescindible; ésta debe adaptarse a nuestro cuerpo y permitirnos una total libertad de movimiento.

Tener una vida saludable, según los expertos, implica realizar un mínimo de 150 minutos (2 horas y media) de ejercicio a la semana. Pero no basta con entrenar, también debemos hacerlo de forma correcta: manteniéndonos hidratados, calentando y estirando debidamente, adaptando la sesión a nuestras habilidades deportivas y -por supuesto- vistiendo la ropa adecuada.

También hay que prestar especial atención al tejido de la prenda en cuestión, de esta forma evitaremos rozaduras y ayudaremos a los músculos a mantener su temperatura.

Por ello en Rondón apostamos por los mejores materiales y los mejores fabricantes, siempre pensando en la comodidad del cliente. Además contamos con la mejor calidad en ropa laboral y trabajamos con las mejores marcas en calzado laboral.

En definitiva, cuando vamos a realizar tareas o trabajos de bricolaje siempre comprenden unos riesgos que debemos evitar por nuestra seguridad física. Para ello existen elementos y vestuario especial según la actividad que vayamos a desempeñar. En Rondón disponemos de una gran cantidad de artículos para que puedas estar tranquilo frente a estas amenazas.

Además del uso de los equipos de protección, la prevención de riesgos debe compaginarse con una serie de medidas o rutinas que reducirán o eliminaran gran parte de los riesgos. El EPI debe usarse solo en caso de que haya riesgos que son inevitables, los riesgos deben eliminarse en la medida de lo posible, de modo que los que sean innecesarios no hay por qué tomarlos. Para esto hay que realizar una evaluación de los riesgos antes del comienzo del trabajo. Nunca se ha de empezar a trabajar sin tener un plan o programa de prevención de riesgos. También es importante seguir una serie de instrucciones en caso de que se produzca algún percance, en primer lugar debemos de valorar si el riesgo es trivial, tolerable, moderado, importante o intolerable. En caso de que el riesgo sea importante no se debe comenzar a trabajar hasta que el riesgo sea neutralizado, y en el caso de que sea intolerable no se debe trabajar bajo ninguna circunstancia.