El riego de las plantas y su importancia

El verano se acerca y con él la subida de las temperaturas. El riego de tus plantas es un tema que no debemos olvidar cuando llega la época de calor, al igual que nosotros, las plantas también sienten el calor y lo sufren. En Sevilla tenemos un clima que muchos definirían como ‘envidiable’. Sin embargo, la realidad es que debemos prestar especial atención al riego de las plantas para mantener su salud y que crezcan fuertes y sanas.

 

La importancia del riego

Para sobrevivir, las plantas necesitan agua, así como nutrientes que son absorbidos por las raíces del suelo. Hay muchas razones por las que es importante dedicar tiempo a regar correctamente tu rincón verde.

• Realizar la fotosíntesis: Las plantas necesitan absorber el agua de la tierra a través de sus raíces para realizar la fotosíntesis. Sin un suministro adecuado de agua, las plantas no pueden llevarla a cabo de manera eficiente, lo que afectará a su crecimiento.
• Absorber nutrientes: Cuando las plantas toman el agua de la tierra, a la vez absorben nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo.
• Transporte de nutrientes: El agua se encarga de que los nutrientes lleguen a todas las partes de la planta, actúa como un medio de transporte de nutrientes.
• Raíces saludables: El riego beneficia a la salud de las raíces. Las raíces bien hidratadas crecen adecuadamente.
• Regulación térmica: Con el calor, el agua se evapora a través de las hojas de las plantas para mantenerlas frescas, perdiendo así el agua que necesitan y teniendo que ser regadas frecuentemente.

 

 

Aspectos claves en el riego de las plantas

Las altas temperaturas aumentan la evaporación del agua en el suelo, lo que significa que las plantas necesitan recibir un suministro adecuado de agua para mantenerse hidratadas y saludables. Así pues, hay varios aspectos clave a tener en cuenta para asegurar un riego efectivo y saludable. A continuación os damos una serie de consejos para el correcto riego de las plantas durante la época de calor en lugares como Sevilla.

 

No las riegues en exceso

Tenemos claro que las plantas necesitan agua para sobrevivir, sin embargo, un exceso de agua tampoco es bueno. A excepción de las plantas acuáticas, el resto de plantas tienen que recibir la cantidad de agua que necesitan, ni más ni menos, por lo que es importante conocer las necesidades hídricas de nuestras plantas. Las plantas no solo se mueren por sequedad, también por regarlas demasiado, ya que el riego excesivo pudre las raíces. Investiga las características de tus plantas y adapta el riego a sus necesidades.

Debes tener en cuenta que la cantidad de agua necesaria para regar las plantas puede variar según la época del año y las condiciones climáticas. En los meses más calurosos las plantas van a necesitar más agua que en épocas de frío.

 

Analiza el tipo de suelo

El suelo de tu jardín también es un aspecto clave a tener en cuenta a la hora de regarlo. El tipo de suelo influye en la retención de agua y en la capacidad de drenaje. El drenaje se refiere a la capacidad del suelo para permitir que se filtre el agua. Los suelos con un buen drenaje permiten que el agua fluya evitando el encharcamiento. Los suelos arcillosos suelen retener más en agua, en comparación con los suelos arenosos, que drenan más rápido. El tipo de suelo también afecta a la cantidad de nutrientes que absorben las plantas, debido a que algunos suelos retienen más nutrientes que otros, como es el caso de los arcillosos.

 

Regar al atardecer o a primera hora de la mañana


También debemos tener en cuenta en que momento del día realizar el riego. Es recomendable regar en las primeras horas de la mañana o por tarde cuando el sol se va, evitando las horas de máxima radiación solar. La razón es que cuando el agua enfría el suelo por la mañana o por la tarde noche, se evapora menos que cuando el suelo está caliente durante el día y, de esta manera, las plantas pueden abastecerse completamente.

 

Mantener las hojas secas

Si dejas las hojas mojadas durante la noche, puede ocurrir que se conviertan en hojas enfermas. Así mismo, también es perjudicial que estén húmedas mientras que hay sol, ya que pueden desarrollar marcas de quemaduras. Recuerda regar con cuidado de no mojarlas.

 

Distribuye el riego

Evita regar siempre en el mismo punto de la raíz, ya que esto puede derivar en un crecimiento desequilibrado de las raíces en una sola dirección. Se debe regar alrededor de toda la planta, distribuyendo agua por toda la zona de la raíz. Al regar de esta manera, se fomenta un desarrollo equilibrado de las raíces y se mejora la capacidad de absorción de nutrientes, lo que contribuye al crecimiento saludable de las plantas.

 

Técnicas de riego

Utiliza métodos de riego adecuados para tus plantas y para el entorno. Asegúrate de que el sistema de riego escogido alcance todas las áreas del jardín, proporcionando agua a todas tus plantas. Sigue leyendo para informarte de los tipos de riego más comunes y para descubrir cuál es el adecuado para tu jardín.

 

 

Sistemas de riego para jardín

Hay diferentes tipos de riego, si te estás preguntando, ¿Cuál es el mejor para mis plantas? La respuesta depende de diversos factores, como el tipo de planta y de terreno, el clima, la disponibilidad de agua y recursos, entre otros. A continuación te contamos cuatro de los tipos de riego más comunes para jardines y sus características para que riegues tus plantas correctamente.

 

Riego por aspersión

Como su propio nombre indica, se utilizan aspersores para rociar agua sobre las plantas, imitando el agua de la lluvia. En función de su presión, los aspersores pueden alcanzar grandes distancias sin dejar zonas muertas sin regar, por lo que es una muy buena opción para regar el césped si tienes un jardín grande. El riego por aspersión es uniforme y eficaz pero, es importante ajustar bien la orientación y potencia de los aspersores para no provocar encharcamientos o falta de agua en determinadas zonas.

 

Riego por difusión

Es el método más utilizado en pequeños jardines. Se trata de un sistema muy parecido al riego por aspersión, pero en lugar de utilizar aspersores se utilizan difusores que permanecen ocultos en el suelo y emergen con la presión del agua al comenzar el riego. La principal diferencia con los aspersores es que los difusores tienen un alcance menor. Una de las ventajas de los difusores frente a los aspersores es que el coste de reparación y sustitución es menor.

 

Riego por goteo

También se le denomina riego gota a gota. Consiste en suministrar agua directamente a la zona de las raíces de las plantas a través de pequeños tubos o goteros. También existen goteros individuales para las plantas que están en macetas. La principal ventaja del riego por goteo es que reduce mucho el consumo de agua. Esto se debe a que los goteros liberan una pequeña cantidad de agua, la suficiente para el buen crecimiento de las plantas.

 

Riego con manguera o regadera

Para jardines pequeños, una manguera o una regadera son herramientas muy prácticas para regar tus plantas. Sin embargo, el riego con manguera o regadera exige más tiempo, esfuerzo y constancia que otros sistemas que solo necesitan ponerse en funcionamiento. Es un método de riego versátil y que no requiere de una gran inversión, eso sí, es la forma de regar con la que más agua se desperdicia. Este sistema de riego se suele utilizar de forma muy local y específica para proporcionar un aumento de humedad a zonas concretas

Es importante considerar el tipo de planta, el clima, el suelo y otros factores al seleccionar el método de riego más adecuado. Cada tipo de planta tiene diferentes requerimientos de agua, por lo que es fundamental ajustar la cantidad y la frecuencia del riego según las necesidades de cada especie

 

 

En conclusión, el riego es un factor fundamental en el cuidado y crecimiento de las plantas. Ahora que ya hemos explorado la importancia de proporcionar la cantidad adecuada de agua a nuestras plantas, y muchos otros aspectos a tener en cuenta a la hora del riego, es el momento de cuidarlas mejor que nunca.