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A la hora de instalar una piscina de agua salada en tu jardín o patio, debes tener en cuenta muchos factores: los tipos que hay, la ubicación, los materiales, el mantenimiento, la inversión, etc. Entre esos factores a tener en cuenta hay uno que tiene mucha más relevancia. Y es el tipo de agua. Normalmente, las piscinas convencionales utilizan para el mantenimiento del agua un tratamiento de cloro químico. Sin embargo, cada vez son más personas las que deciden apostar por el agua salada en vez del cloro. Esto se debe, a que las piscinas de agua salada cuentan con muchos beneficios para los bañistas que las piscinas de agua clorada no dispone. Por lo tanto, en esta entrada te vamos a contar todo lo que debes saber sobre las piscinas saladas.

 

¿Qué diferencia hay entre las piscinas de agua salada y de agua dulce?

Las principal diferencia entre una piscina de agua salada y una de agua dulce es el tipo de desinfectante utilizado para mantener el agua limpia y libre de bacterias. Sin embargo, hay otras diferencias clave que hay que tener en cuenta.

 

Diferencias clave entre las piscinas

Aquí hay algunas diferencias clave:

  • Desinfectante: En una piscina de agua dulce, se utiliza cloro químico (generalmente en forma de tabletas, líquido o granulado) como desinfectante principal. El cloro se añade regularmente para mantener niveles adecuados de desinfección. En cambio, en una piscina de agua salada, se utiliza un generador de cloro salino (sal) para convertir la sal en hipoclorito de sodio, que es el desinfectante. El generador produce cloro de manera continua a partir de la sal agregada al agua, eliminando la necesidad de añadir cloro externo de forma regular.
  • Sensación en la piel y en los ojos: El agua de una piscina de agua salada tiende a ser más suave y menos irritante para la piel y los ojos. Por otro lado, en una piscina de agua dulce, especialmente si se utilizan niveles de cloro altos, puede haber una mayor probabilidad de irritación de piel y de ojos, especialmente en personas sensibles.
  • Olor: El agua de una piscina de agua salada tiene un olor más suave y menos intenso en comparación con el agua clorada de una piscina de agua dulce.
  • Mantenimiento e inversión: Ambos tipos de piscinas requieren de un buen mantenimiento e inversión, sin embargo, hay algunas diferencias en los aspectos técnicos. El primero es que en una piscina de agua dulce, es necesario monitorear y ajustar los niveles de cloro y pH regularmente. En una piscina de agua salada, se debe verificar y mantener el equilibrio de sal y los niveles de cloro generados por el sistema de cloración salina. Además, es muy importante que se limpie y revise periódicamente los electrodos del generador de cloro salino.

 

Piscinas agua dulce

 

¿Qué ventajas tienen las piscinas de agua salada?

Cabe destacar que al igual que la piscina de agua dulce tiene muchas ventajas, también la piscinas de agua salada las tiene. A continuación, vamos a explicar las principales ventajas en la que se destaca la piscina de agua salada:

  1. El ahorro económico. No necesitas estar comprando continuamente los químicos que las piscinas de cloro necesitan. El único elemento necesario es la sal, cuyo precio es más asequible.
  2. Es más saludable. No se manipulan elementos químicos, se reduce el riesgo de tener accidentes con el cloro y también el riesgo a que el cloro pueda estar demasiado concentrado. De esta manera, evitamos provocar irritaciones en la piel, el pelo o en los ojos.
  3. El mantenimiento es muy sencillo que el de las piscinas convencionales, puesto que no tienes que regular los niveles de cloro. Lo único que hay que controlar es el nivel de sal para asegurar el buen funcionamiento del clorador salino, lo cual lleva poco tiempo
  4. Favorece el cuidado del medio ambiente. El mantenimiento del agua de las piscinas a partir de la sal es un sistema de desinfección ecológico que hace innecesario el empleo de químicos. Se trata de una forma muy respetuosa con el ecosistema.

 

¿Cómo implantar este sistema de desinfección?

Existen numerosos sistemas de desinfección que reducen la presencia de químicos en el agua. En el caso de la «Electrólisis Salina«, un sistema de desinfección del agua mediante el cual producimos hipoclorito sódico (NaClO) a partir de cloruro sódico -sal común- (NaCl) disuelto en el agua, gracias a un proceso automático generado en un equipo que conocemos como Clorador salino.

Básicamente, convierte la sal en hipoclorito de sodio que desinfecta el agua, y al entrar en contacto con el aire al retornar a la piscina, se volatiliza y vuelve a convertirse en sal. Una vez que ya sabes las principales diferencias y ventajas que tiene la piscina de agua salada en comparación a la dulce y que, por supuesto, ya conoces un poco más sobre el sistema de desinfección, es hora de que sepas qué pasos tienes que seguir para implantarlo de forma correcta.

 

Pasos para implantar el sistema de desinfección

  1. Adquiere el equipo: Compra un generador de cloro salino de buena calidad y otros componentes necesarios para el sistema de desinfección, como celdas de electrólisis, controladores de pH (si es necesario) y sensores de sal y cloro.
  2. Prepara la piscina: Asegúrate de que el agua de la piscina esté limpia y equilibrada antes de instalar el sistema de cloración salina. Ajusta los niveles de pH, alcalinidad y dureza del agua según las recomendaciones del fabricante del generador de cloro salino.
  3. Instala el generador de cloro salino: Sigue los pasos e instrucciones del fabricante para instalar el generador de cloro salino. Esto generalmente implica la conexión de las celdas de electrólisis del sistema de filtración de la piscina y la instalación de los sensores correspondientes
  4. Configura los parámetros: Debes configurar los parámetros del generador de cloro salino según las recomendaciones del fabricante y las necesidades específicas de tu piscina. Esto incluye establecer los niveles de producción de cloro, ajustar los valores de salinidad y programar los ciclos de funcionamiento.
  5. Monitorea y ajusta: Realiza un monitoreo regular de los niveles de sal, cloro y pH en la piscina. Asegúrate de que los niveles estén dentro de los rangos recomendados y realiza los ajustes necesarios según sea necesario.
  6. Mantenimiento adecuado: Sigue las pautas de mantenimiento proporcionadas por el fabricante del sistema de cloración salina. Esto puede incluir limpiar y revisar las celdas de electrólisis, verificar y reponer la sal si es necesario, y realizar un mantenimiento regular del equipo.

 

Conclusiones

Recuerda que es recomendable consultar siempre con un profesional de piscinas o un especialista en tratamiento de agua para obtener orientación específica y garantizar una instalación adecuada del sistema de desinfección de agua salada en tu piscina.

Desde Rondón esperamos que esta información sobre piscinas de agua salada te haya sido de utilidad.

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