Os presentamos a Asunción García, que cada mañana se levanta para trabajar y luchar contra el coronavirus en un pequeño comercio. Es una mujer de 45 años de San José de la Rinconada que no duda cada día en luchar para sacar adelante a su familia.
En primer lugar, se despierta y toma un café, cosa que no perdona, para posteriormente vestirse y lavarse la cara. Una vez está ya arreglada, coge sus llaves y su mascarilla higiénica y se dispone a salir a la calle.
Como cada día espera la línea M-111 para ir a trabajar. Ya montada en el autobús se lava las manos con su gel hidroalcohólico, que lleva siempre en el bolso, y se relaja con la música para el trayecto que le espera. Después de unos 40 minutos aproximadamente llega a Sevilla y coge el siguiente autobús para dirigirse hacia la Avenida de Llanes, donde a las 09:30h tiene que estar en la pequeña perfumería donde trabaja. Nada más llegar se lava las manos con el dispensador hidroalcohólico, el cual también está presente para los clientes.
Empieza la mañana conviviendo con el coronavirus
Asunción, que ese día le toca a ella abrir, organiza y limpia la tienda. Ya son las 10:00h y es la hora de apertura, coincidiendo con la llegada de sus compañeras Juani y Loli, que inmediatamente lavan sus manos con el dispensador hidroalcohólico. Ellas suelen optar por llevar mascarillas EPI dentro de los diferentes tipos de mascarillas existentes.
Las empleadas se colocan en sus puestos y Asunción recibe al repartidor que le deja una serie de pedidos. Estos se limpian con el gel desinfectante sin olvidarse por supuesto de las manos. Unos minutos más tarde, entra la primera clienta que echa un vistazo por la tienda, toca algunos productos, sin realizar ninguna compra. Posteriormente Juani limpia los productos, como hace en cada ocasión, tras la entrada de un cliente.
Trabajar y luchar contra el coronavirus con el cliente
Las 11:00h de la mañana y después de la entrada de varias clientas sin éxito de compra, aparece la primera, que se dirige hacia caja para que Asunción le cobre. Ella, educadamente, le cobra el importe y muy amablemente se despide de la clienta a la que acaba de atender. A continuación, se limpia las manos con su gel hidroalcohólico y pasa el spray limpia superficies para que no exista infección en el mostrador, como hace habitualmente para trabajar y luchar contra el coronavirus.
Mientras Asunción atendía la tienda, Juani y Loli se fueron un rato a desayunar. Una vez llegaron, Asunción se dispuso a ir al bar para tomarse una tostada con café. Nada más acercarse al bar, le limpiaron la mesa y Asunción sólo bajo su mascarilla para tomar el desayuno, cumpliendo el reglamento anti-covid establecido. Después, se dirigió a su puesto de trabajo y comenzó a atender a un sinfín de clientes, siempre respetando el aforo permitido al 50%. Aunque la realidad es que algunos clientes en despistes o desconocimiento cometen los siguientes errores graves:
- no lavarse las manos al llegar a la tienda
- toser en la mano en vez de en el codo
- no llevar la mascarilla tapando boca, nariz y mentón
- bajar la propia mascarilla para estornudar.
Además, para trabajar y luchar contra el coronavirus no sólo hay que cuidarse a uno mismo, también hay que prestar atención a que se cumplan las normas. De esta manera, Asunción tuvo que dar varios toques de atención porque algunos clientes no llevaban colocada adecuadamente la mascarilla.
Vuelta a casa sin bajar la guardia contra el coronavirus
Llegaron las 15:00h y Juani, Loli y Asunción se dispusieron a comer sus tuppers dejando la tienda cerrada durante 30 minutos aproximadamente. Una vez comieron y se lavaron las manos con el gel hidroalcohólico de cada una volvieron a trabajar hasta la hora de cierre de los comercios no esenciales: las 18:00h.
El comercio cerró y cada una de las trabajadoras se dirigió hacia sus hogares. Asunción, continuó con su rutina, pero para volver a casa le recogía su marido, ya que coinciden en horarios de trabajo. Llegaron a San José a las 18:30h de la tarde y Asunción en cuanto entró, se lavó las manos, se duchó y se relajó en el sofá para ver su serie favorita: Amar es para siempre, la cual empieza a las 16:30h y acaba a las 17:45h, pero puede verla cuando quiera gracias a su nueva televisión, que le permite retroceder gracias al mando. Pero aquí no acabó todo, a su casa acababan de llegar el pack de 10 unidades de mascarillas EPI de Rondón. Ahora sí, Asunción y Pepe, ya disfrutaban tranquilos de su hogar y protección, ya que tienen todo para trabajar y luchar contra el coronavirus con sus mascarillas.